Discurso Lupe Castelló – Mantenedora premios excelencia educativa 

Señoras, señores, alumnos, alumnas y personal docente de International School Peniscola.

Buenas tardes, soy Lupe Castelló, profesora y directora de Ballet Lupe en Benicarló. Permítanme que me dirija a ustedes para darles mi visión personal como docente del momento actual por el que atraviesa la enseñanza.

Cuando Anna, la directora de este centro, me pidió que participara en este acto, me paré a pensar en la relación entre la danza que es mi parcela y la escuela. No sé si soy la persona idónea para hacerlo, pero el gran número de alumnos que han pasado durante 50 años por Ballet Lupe, me da una experiencia que me gustaría compartir con todos ustedes.

Veo a diario que desde hace algunos años, los alumnos en general, no todos, han ido perdiendo el interés por el trabajo y el esfuerzo y es por ello que se les tiene que motivar constantemente para que se integren en lo que están haciendo. Las nuevas tecnologías y los estímulos que reciben, les llevan a no tener paciencia en el aprendizaje y buscar los resultados rápidos sin grandes esfuerzos.

En la danza como en la escuela, nada es gratuito. Tiene que haber una evolución, un desarrollo y una adaptación, todo ello muy pensado y estructurado en cada momento, según la edad y habilidades de cada alumno. De ahí, la importancia que tiene la adecuada elección de los centros donde conseguir una buena formación de los jóvenes, tanto cultural como emocionalmente. La importancia de elegir bien el ambiente que queremos para nuestros hijos, según los valores y las disciplinas que se imparten en cada centro. Solamente puedo hablar de los valores que aquí se transmiten por el boca a boca que me ha llegado, y además, conociendo a la directora Anna quien durante muchos años y aún hoy, sigue siendo mi alumna, puedo asegurarles que sabiendo de su capacidad de sacrificio, superación y entrega absoluta en todo lo que hace, estoy segura de que todos estos valores de alguna forma se transmitirán a los alumnos. 

Y hablemos de disciplina, este es el punto más importante para mí. Disciplina en el estudio, en las actividades complementarias, en los uniformes y en definitiva, en la vida para la formación de estos niños y adolescentes.

Un día, Anna, vuestra directora, me dijo: “Soy lo que soy gracias a mis padres, al ballet y a la música, porque me han enseñado a perseverar y a buscar la excelencia y la perfección. En el ballet he aprendido la importancia del compañerismo y el compromiso conmigo misma y el resto del grupo”.

Desde estas líneas, me gustaría animar a todo el alumnado de este Centro, a sentirse afortunado por poder disfrutar de una enseñanza bilingüe tan necesaria en nuestros días. A vosotros, alumnos y alumnas,  que sois los auténticos protagonistas de este acto, permitidme que os cuente mi experiencia, la experiencia de alguien que durante medio siglo ha visto pasar promociones y promociones de alumnos. Buscad lo que os guste, disfrutad de lo que hagáis, no os rindáis a la primera cuando algo no salga bien, respetad siempre a vuestros padres y a vuestros profes porque somos lo que ellos nos inculcan, cuidad vuestras amistades porque el que tiene un amigo tiene un tesoro. Entre vosotros y vosotras, habrá pilotos de aviones, futbolistas, médicos, farmacéuticos, maestros y quizá, por qué no, alguna profesora de Ballet…. Nada se consigue sin esfuerzo, cambiemos el “no puedo por el sí quiero”. Todo es posible.

Busquemos la excelencia, valoremos el trabajo bien realizado y el esfuerzo, apartemos las rivalidades y las exclusiones. Tenemos que inculcar a los niños que tienen que llegar a ser buenos, en lo que sea, pero que para llegar a ser buenos, no hay otro camino que ser un poco mejores cada día.

Alumnas y alumnos, esforzaros por conseguir vuestros objetivos ahora y en el futuro, os deseo que viváis vuestra profesión con la alegría, la pasión y la intensidad que yo la he vivido.

Gracias por su atención y sobre todo, gracias a mi alumna Anna Jovaní, por darme la oportunidad de dirigirme a todos ustedes esta tarde.